viernes, 10 de agosto de 2007

"Los humanos somos planetas"

Hace varios días que tengo ganas de escribir. Pero no sé por qué razón, las ganas van y vienen. Esa intermitencia me irritó un poco. De hecho, cada vez que se me ocurría algo “bueno” para escribir estaba en situaciones en donde plasmar el nacimiento de mis ideas era algo complicado. No es mi objetivo describirles en qué tipo de situaciones estaba al momento de la aparición de mis deseos de escribir. Sin embargo, lo que sí quiero contarles, es que hubo algo que me llamó mucho la atención: la idea que había nacido una madrugada de un martes y cuyo nacimiento dio origen a ese período de deseos intermitentes, tuvo tanta fuerza para persistir en mi cabeza, que siento ganas y necesidad de expresarla. Estaría en deuda con aquella idea si la dejase en el olvido...
Espero que les ayude a reflexionar, que puedan debatir con quienes los rodean acerca de ella. El objetivo de este blog, como saben, es invitar a la reflexión. Me gustaría que puedan dejar sus firmas: las ideas al ser discutidas y debatidas, se enriquecen, se perfeccionan o se debilitan, pero lo importante es que cambian.

Aquí va la idea del martes...

El martes a la madrugada, estaba acostado en mi cama mirando el techo, invisible en la oscuridad de la noche. De repente se me ocurrió algo: los humanos somos como los planetas. Al pronunciar en voz baja (todos dormían) la frase, me llamó la atención lo estúpida que sonaba a mis oídos. Pero, con el correr de los días y pensándolo con más profundidad, me di cuenta que la analogía no merecía ser tan maltratada.
Me puse a pensar en cómo son los planetas. Los hay de todas formas, colores, tamaños, al igual que los seres humanos. A pesar de todas las diferencias visibles, los planetas comparten una característica (característica en la que creo, a pesar de mis casi nulos conocimientos sobre astronomía): todos ellos tienen un núcleo.
Pensé en el núcleo de la Tierra y en el de los planetas en general. El núcleo debe ser tan caliente, tan vivo, siempre en movimiento. Aunque, lamentablemente, no conoce la libertad: varias capas de roca lo oprimen y la superficie del planeta, superficie tan diferente a él, muestra una imagen del cuerpo celeste que nada tiene que ver con su esencia. Creo que a los hombres nos pasa lo mismo. Vivimos mostrando nuestra superficie, mientras importa poco o nada lo que ocurre con nuestro magma, o, en otras palabras, con nuestro alma.
Sin embargo, por momentos creemos conocer la libertad. Son los momentos en donde el magma sale a la superficie, momentos en donde uno o varios volcanes entran en erupción. El alma desborda de felicidad o de tristeza, pero al fin y al cabo, sale de su prisión, rompe la coraza que lo encarcela.
Con esto, no quiero dejarle a la superficie el peor lugar en esta historia, a veces ocurre que, mejor que nadie, ayuda a proteger al núcleo, evitando que el agua y el aire helado lleguen hasta él para petrificarlo. El problema, creo, ocurre cuando la superficie se desliga totalmente de la voluntad del núcleo. Pienso que no puede existir la voluntad de una parte por encima de la otra. Ambos componentes forman un todo, un ser. Y ambos deberían equilibrarse. Encontrar ese término medio debe ser lo que a los hombres los hace sabios. Por eso pienso que los hombres jamás deberíamos vivir encerrándonos a nosotros mismos. Debemos darle al alma, a la conciencia, a las ideas, a las emociones, la posibilidad de exteriorizarse y, así, poder disfrutar de esos momentos únicos. Momentos que uno no maneja, ya que son imposibles de manejar y esta imposibilidad, es lo que a uno le irrita. Al comienzo de este texto, les había dicho que las intermitencias de las ganas de escribir me estuvieron persiguiendo e irritando toda esta semana. Sin esas intermitencias, sin esas idas y vueltas, hoy no expresaría lo que les cuento. Y jamás les estaría contando esto si las hubiera reprimido.
Espero que todos podamos mostrar lo que llevamos dentro, sin reprimirnos, que podamos compartir nuestro magma con quienes más tengamos o sintamos deseo y seguridad de compartirlo... el amor va a ser un tema a futuro, seguramente...

Un abrazo a ustedes.


Escriban!



Mensajito: Gracias a Nika y Ro por firmar, me puso muy contento y me sentí muy acompañado en esto.